Como la mecánica está enfocada a un juego más ágil, todo se reduce al empleo de las cartas por lo que el tablero, los indicadores y las fichas quedan fuera.
Preparativos.
Las
reglas en sí son las mismas pero cambia la preparación del juego de la
siguiente manera:
-Se eliminan del juego todas las
cartas de Cortesana.
-Cogemos
4 cartas de Espantapájaros y se dejan
aparte, el resto quedan fuera del juego.
-Separar
las cartas especiales (Heroína, Tambor, Verano, Invierno, Obispo y Rendición). Barajar
y dejar aparte.
-Barajar
el resto de cartas (Mercenario) y separar 30 cartas que serán las propias y el
otro montón serán los ejércitos enemigos. Añadir al montón enemigo las 4 cartas
de Espantapájaros y barajar nuevamente.
-Cogemos
un trozo de papel, un boli, y un dado o una moneda cualquiera [Cada lado de la moneda
actuará como un ejército rival de igual manera que los pares y nones del dado].
Empezar el juego.
-Se
cogen 6 cartas especiales del montón y las colocamos boca arriba. Estas cartas
especiales son nuestras y se podrá jugar solo una por turno [en el momento que
nosotros queramos] ya que en cuanto se decida utilizar una de ellas la batalla
termina. Estas 6 cartas serán las únicas que tendremos para todo el juego.
-Se
cogen 10 cartas de Mercenario de nuestro montón y las ponemos boca arriba tambien
-Lanzamos
la moneda o dado para determinar el ejército contra el que lucharemos.
Batallas.
[El juego siempre empezará dándole turno de ataque al ejército rival].
Se
comienza sacando una carta Mercenario del montón enemigo y la colocamos boca
arriba. Jugamos entonces una carta nuestra colocándola frente a la carta
enemiga. Cogemos otra carta del ejército enemigo y la añadimos a su línea de
ataque. Jugamos de nuevo una carta propia y así se continuará la batalla
sucesivamente hasta un total de 5 cartas por bando resultando vencedor aquel
que tenga la mayor cantidad de ataque.
Antes
de dar por concluida la batalla se puede utilizar una de nuestras cartas
especiales para cambiar el resultado de la misma. [La carta especial se puede
usar en cualquier momento después de la primer carta de Mercenario y la batalla
finalizará luego de usarla].
En el momento de jugar una de nuestras 6 cartas especiales se tendrá que coger también una del montón de cartas especiales para que sea jugada por el ejército enemigo y entonces las cartas surten su efecto, se hace el recuento y se decide al ganador.
[En el caso de haber empate en la fuerza de los dos ejércitos (aún después de usar cartas especiales) la victoria será siempre del ejército rival].
Anotamos entonces en el papel el símbolo del ejército que ha resultado vencedor.
[Rendición. La batalla también puede ser terminada automáticamente si decidimos rendirnos aunque esto podrá hacerse solamente después de haber jugado 2 cartas].
Nueva Ronda.
Para el siguiente turno empezaremos atacando nosotros y una vez finalizado el combate el turno pasa de nuevo al ejército rival alternándose así sucesivamente hasta el fin del juego.
Lanzamos de nuevo la moneda / dado para determinar el ejército enemigo y continuamos con las cartas restantes en nuestra mano.
*Si
para una nueva batalla se da el caso de contar con menos de 5 cartas jugaremos
un tanto a ciegas. Se juegan las cartas que
se tengan en mano y vamos robando del montón propio durante ese turno hasta la
finalización del mismo. Al finalizar dicho combate reabastecemos nuestra mano
cogiendo 10 cartas de nuestro montón.
*En el caso de que sean las cartas enemigas las que se hayan agotado, reutilizaremos las ya jugadas volviendo a barajarlas.
Fin del juego.
El juego termina cuando hemos agotado todas las cartas de Mercenario de nuestro montón resultando vencedor si se tienen más territorios (victorias) que el resto de ejércitos enemigos.
El juego acaba automáticamente también cuando algún ejército tenga 5 victorias o que un ejército enemigo tenga 3 victorias consecutivas.
Las cartas Especiales y Espantapájaros.
*En el caso de salir como primera carta jugada al inicio de una batalla, se desecha y se saca una nueva carta enemiga.
-Las cartas de Verano e Invierno. Tienen el mismo efecto que en el juego normal pero si se juega una contra otra se anulan y ninguna surtirá efecto.
-La carta de Rendición. Otorga la victoria de manera automática a su portador y por tal no hace falta sacar una carta especial enemiga si la jugamos primero.
-La carta Obispo. Tiene el mismo efecto que en el juego normal pero no se obtiene al final el favor del papa.
-Las cartas de Tambor y Heroina no sufren cambios en su accionar.